Antonio Smith - canto y guitarras
Matias Pizarro - piano, percusion
Enrique Luna - bajo
Miguel Angel Taborda - bateria, percusion
Fredy Anrique - flauta, percusion
Alejandro Rivera - charango, quena
http://www.musicapopular.cl/artista/matias-pizarro/
Matías Pizarro
Matías Pizarro fue un revolucionario músico aparecido por generación espontánea en la escena del jazz chileno de fines de los años ’60. Alrededor suyo se movió toda una partida de nombres vinculados a las corrientes vanguardistas de la época que llegaban desde Nueva York y Chicago a través de discos y libros. Pianista, compositor e improvisador, en una década de acción antes de radicarse en Francia en 1977, puso su nombre en la historia del jazz contemporáneo, también a través del pionero grupo Fusión. Ya instalado en Europa, y siempre como una enigmática figura de la música chilena, Pizarro sería aplaudido en el amplio circuito mundial, tanto por su creación propia como por sus colaboraciones, entre las que se cuentan grabaciones junto al rockero Antonio Smith (en el proyecto Sol de Chile), el trío experimental Skuasy el cantautor Ángel Parra, gran figura de la Nueva Canción Chilena.
Marisol García / Iñigo Díaz
Alrededor de 1965, cuando Pizarro era apenas un adolescente, comenzaron a gestarse las primeras reuniones de los nuevos músicos del jazz moderno. Omar Nahuel ya tenía un largo camino recorrido con el Nahuel Jazz Quartet, sus adelantados músicos y sus LPs, por lo que la comunidad de cultores de las corrientes modernistas ya estaban encaminadas. Pizarro era un estudioso de la música actual y las vanguardias en la década de los ’60 y a él se sumaron entonces los hermanos Manuel (piano) y Patricio Villarroel (batería), los primeros en frecuentar la casa de la familia en la comuna de Providencia, donde tendrían lugar estas jam sessions informales. El boca a boca anunció a los músicos de jazz que cosas importantes se estaban fraguando en ese espacio. Así llegaron otros músicos: Sandro Salvati (saxo alto), Gonzalo Gómez (saxo tenor), Nelson Gamboa (contrabajo) y un joven Pedro Greene (batería). Antes de cumplir los 20 años, Pizarro era un referente.
Iniciados los años ’70, Pizarro sumó más influencias musicales, como pianista e imporivsador. Se sumó al inspirador y fundador de Fusión, que el libro Historia del jazz en Chile acredita como la primera agrupación de jazz eléctrico formada en Chile. Trabajó junto a ese conjunto entre 1972 y 1975, luego de años de formación en piano en clases particulares en Santiago y luego en la prestigiosa escuela de Berklee, en Boston (EE.UU.). En 1968 había grabado junto a otros tres músicos el disco Siempre para ti, de escasa repercusión.
Pizarro acompañó a los pioneros Fusión durante toda su asociación —anclada en parte importante en su propia casa, en Providencia—, la cual dejó un único disco como registro (Top soul, 1975).
El sonido y el silencio: la vida en París
En 1977, Pizarro partió a París, Francia, donde terminaría por fijar residencia, pero no sin antes pasar por Buenos Aires y dejar allí dos importantes marcas musicales. La primera fue el disco Sol de Chile (1974), colaboración con otros destacados músicos chilenos a resguardo en Argentina de la dictadura recién largada en el país. Figuran en los créditos del disco Antonio Smith, Enrique Luna (otro compañero suyo en Fusión), Alejandro Rivera, Miguel Ángel Taborda y Freddy Anríquez; para un repertorio que incluye tres canciones compuestas por el propio Pizarro, y que hoy se intercambia como una joya codiciada de la música sudamericana de la época.
En 1977, Pizarro partió a París, Francia, donde terminaría por fijar residencia, pero no sin antes pasar por Buenos Aires y dejar allí dos importantes marcas musicales. La primera fue el disco Sol de Chile (1974), colaboración con otros destacados músicos chilenos a resguardo en Argentina de la dictadura recién largada en el país. Figuran en los créditos del disco Antonio Smith, Enrique Luna (otro compañero suyo en Fusión), Alejandro Rivera, Miguel Ángel Taborda y Freddy Anríquez; para un repertorio que incluye tres canciones compuestas por el propio Pizarro, y que hoy se intercambia como una joya codiciada de la música sudamericana de la época.
La siguiente marca de importancia fue la que al año siguiente el músico registró en su primer (y único) álbum solista. Pelo de rata (1975) es un hermoso trabajo de jazz y raíz latinoamericana, enérgico y atemporal, que al espacio protagónico del piano de Pizarro (quien también canta) le suma generosa percusión y atrevidas incursiones de bajo eléctrico, saxo, e instrumentos andinos como quena y charango. Fue grabado en Buenos Aires, entre músicos chilenos y argentinos.
La residencia de Matías Pizarro en París, extendida ya por cuatro décadas, ha sido prolífica para su desarrollo y agenda de colaboraciones. Diversos encargos y alianzas han ocupado su tiempo en la capital francesa, incluyendo al trío Skuas, el grupo Tamarugo, grabaciones de Isabel Parra durante su período de exilio, y también numerosos discos y recitales junto al otro hijo de Violeta Parra, Ángel, de quien fue pianista y arreglador en varios de sus discos franceses.
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